Un nuevo enfoque sobre la vida en las alturas del bosque
Aunque las lianas y las epífitas comparten el mismo hábitat en las copas de los árboles, la mayoría de las investigaciones han tratado a estos grupos de plantas por separado. Un equipo de científicos del Instituto de Ecología Regional (IER-CONICET/UNT) decidió abordar esta relación de manera integral, explorando cómo estas especies coexisten entre sí y con los árboles en las Yungas de la Sierra de San Javier, en Tucumán.
El estudio, publicado en la revista Plants, analizó la co-ocurrencia de lianas y epífitas sobre más de 2000 árboles en diferentes tipos de bosques. Los resultados revelaron que el 34% de los árboles albergaban lianas, mientras que el 52% presentaban epífitas. Sin embargo, solo el 20% de los árboles tenía ambos grupos de plantas a la vez. Además, las epífitas coincidían sobre los mismos árboles con lianas con estructuras especializadas para el trepado en altura (por ejemplo, zarcillos, raíces, espinas) y casi nunca con especies de lianas apoyantes.
Esta publicación, liderada por Sergio Javier Ceballos junto a Ezequiel Araoz y Tobías Rojas, abordó la relevancia de la estructura del bosque y el tamaño de los árboles como factores que explican esta coexistencia. Ambos grupos de plantas suelen coincidir sobre los mismos árboles de mayor diámetro, principalmente en bosques maduros. No coinciden generalmente en los árboles más pequeños, que suelen estar colonizados sobre todo por lianas y no por epífitas. Además, en algunos bosques, las lianas son mucho más abundantes que las epífitas, mientras que en otros sucede lo contrario, un patrón llamativo que aún no comprendemos del todo.
Este trabajo proporciona información clave para la conservación de las especies de lianas y epífitas de los bosques de Yungas, ya que permite comprender mejor cómo interactúa la biodiversidad del dosel. Comprender la relación entre estas plantas es esencial para diseñar estrategias de manejo forestal y restauración ecológica que promuevan la biodiversidad. Además, el estudio sugiere que los bosques maduros, con su mayor diversidad de árboles grandes, son fundamentales para mantener una coexistencia entre lianas y epífitas, contribuyendo a su estabilidad a largo plazo.
