NOTICIAS

Los animales silvestres durante la cuarentena de los humanos

     


   

Melisa Cordero, Sofía Nanni y José Luis Tisone

Después de algunos días de cuarentena, los medios de comunicación se llenaron de noticias y fotos – verdaderas y algunas falsas – de distintas especies de animales que aparecen en las ciudades y sus alrededores ante la repentina ausencia de gente, hoy confinada en sus casas.

Muchas de estas noticias hablan del regreso de la fauna y de la rápida recuperación de la naturaleza; y enmarcan los registros de fauna en ambientes humanos como parte de este paisaje enrarecido, y transitorio, generado por el coronavirus. Un paisaje del que los humanos ahora mismo no formamos parte pero al que en realidad volveremos pronto. Muy posiblemente la fauna se retraiga nuevamente a medida que la cuarentena humana termine y volvamos a ocupar nuestros espacios. Pero su visibilización nos puede llevar a reflexionar y entender mejor cómo podemos reducir el impacto de nuestras actividades sobre la fauna circundante, para promover una mejor convivencia, en vez de asumir o aceptar una incompatibilidad entre nuestras actividades y las de las otras especies. De hecho, en muchos casos se trata de especies ya relativamente frecuentes en ambientes antropizados (por ejemplo, zorros) que modifican su comportamiento y se acercan ante la retracción de la actividad humana, pero con las que no hubiera sido tan extraño toparse un día fuera de la cuarentena. Especies que ya estaban ahí, y que ahora aparecen un poco más. En otros casos, sobre todo cerca de áreas naturales más extensas o en áreas protegidas, sucede que especies elusivas comienzan a acercarse más a lugares intervenidos por los humanos (por ejemplo, caminos, viviendas) antela ausencia del movimiento de la gente.

En los últimos años estuvimos analizado el impacto del uso antrópico recreativo sobre la presencia y actividad de mamíferos medianos-grandes en un sendero muy transitado del Parque Sierra San Javier (Cordero et al., en revisión). También evaluamos la percepción y el conocimiento de las personas que visitan el sendero sobre la fauna local. Encontramos una riqueza y actividad relativamente alta de mamíferos medianos-grandes nativos, que fueron menores en el sendero en comparación a un sitio cercano con menor uso recreativo. A su vez, en ambos sitios registramos bastante actividad de perros domésticos, cuyo potencial impacto sobre la fauna nativa debería ser explorado. El contexto particular de cuarentena nos llevó a preguntarnos si habrá aumentado la presencia y actividad de fauna en la zona, y estamos colocando cámaras-trampa en ambos sitios (control y sendero) para corroborarlo. Hasta el momento registramos bastante actividad de fauna nativa, pero sólo en el sitio originalmente poco utilizado, incluyendo una especie que hasta el momento no habíamos registrado. Así, mientras caminamos por los senderos de San Javier transitan ocelotes, pecaríes de collar, mayuatos, zorros, corzuelas, osos meleros y hurones (y seguramente otras especies no registradas hasta el momento). Aunque no los veamos, y aunque (según reportan nuestras encuestas) en general tampoco sepamos que están ahí. Para estas especies, sectores con menor intensidad de uso antrópico dentro del parque parecen ser necesarios.