La contaminación plástica ya es evidente en todos los ecosistemas. En Tucumán, Argentina, estudiamos a una especie de polilla plastívora, es decir, capaz de comer y biodegradar plástico. Les dimos a las larvas diferentes plásticos de uso comercial y encontramos que las larvas comieron, se desarrollaron hasta adultos y pusieron huevos en todos los plásticos, aunque el desarrollo fue acelerado en las dietas basadas en plástico.