A más de cincuenta años de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano, el mundo enfrenta una crisis sin precedentes marcada por el cambio climático, el aumento de las desigualdades y la pérdida de biodiversidad. Los cambios incrementales resultan insuficientes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y revertir estas tendencias; en su lugar, es necesaria una transformación intencional y profunda de los sistemas socioecológicos y económicos. En este contexto, la etnobiología desempeña un papel clave: al integrar múltiples voces y sistemas de conocimiento en el diseño de nuevas formas de relacionarnos con la naturaleza, puede contribuir de manera fundamental a las transformaciones hacia la sostenibilidad.
Para ello, es imprescindible que la etnobiología aborde las tres formas de conocimiento identificadas por las ciencias de la sostenibilidad: el conocimiento sistémico, el conocimiento normativo y el conocimiento transformacional. Esto implica comprender el uso y manejo de la flora y fauna dentro de dinámicas sistémicas más amplias, involucrar a múltiples actores con sus diversas visiones normativas sobre el desarrollo sostenible y explorar acciones y caminos transformadores.
Para ilustrar esta perspectiva, presentaré ejemplos de trabajos recientes sobre agroforestería, agrobiodiversidad y productos forestales no maderables en los Andes y la Amazonía peruana. También reflexionaré sobre la importancia y los desafíos de incluir distintos sistemas de conocimiento en evaluaciones científicas globales y recomendaciones para la formulación de políticas públicas.