Una vez más, desde casi todos los confines de Argentina, nos dimos cita en la XXIX Reunión Argentina de Ecología para saludarnos, discutir ideas, compartir resultados y enterarnos de los problemas ambientales y las inquietudes de colegas que viven realidades distintas, todas enmarcadas en las problemáticas del Antropoceno. Gracias al coraje y empuje de los organizadores, nos animamos por primera vez a una reunión virtual transmitida desde Tucumán. La modalidad posibilitó la participación de muchos estudiantes, colegas de países vecinos y también algunos que viven muy lejos, en Europa y Estados Unidos. Además, todas las presentaciones fueron grabadas para ver las que nos perdimos, volver a ver las que nos gustaron y hacer públicas las reuniones plenarias. Este esfuerzo en democratizar el conocimiento, igualar oportunidades y reducir nuestra huella ambiental forma parte de las acciones que nos interesa propiciar desde la AsAE.¡Con orgullo podemos decir que la reunión fue todo un éxito! Esto fue gracias a los 580 participantes, entre asistentes, expositores, organizadores de simposios y de mesas innovadoras, y principalmente gracias a los organizadores de la RAE.Con una agenda muy nutrida, los tres días que duró la reunión estuvieron signados por un intenso intercambio y discusión de datos, propuestas y experiencias. Adaptar la dinámica de una reunión de este tipo a la virtualidad fue un desafío para todos. Pero sin dudas que contrastar ideas, comunicar y discutir llanamente nuestros paradigmas nos fortalecieron, enriquecieron y ampliaron las fronteras de nuestro universo, todo en un contexto muy amigable.Cada asistente irá procesando a su manera la huella que le dejó esta RAE. El cambio en el uso del territorio, la conservación de la biodiversidad y el compromiso que tenemos ante la sociedad en coyunturas como las que nos plantea la actual pandemia, son algunas de las inquietudes que se escucharon en conferencias, simposios y presentaciones orales. A modo de pinceladas, vale la pena mencionar el testimonio de María Eugenia Farías sobre el descubrimiento de especies de arqueas y bacterias únicas que viven en la Puna en condiciones extremas y que la llevo a involucrar a las comunidades locales en su conservación. Otro ejemplo fue el mensaje de Erle Ellis explicando porqué estamos en el Antropoceno y qué podemos hacer para atravesarlo. Y otro caso fue el de la conferencia de cierre, a cargo de Lucas Garibaldi, que contó cómo sus investigaciones terminaron en una ley que exige a productores a destinar un 20% de sus tierras a la conservación de ambientes naturales. Estos son sólo algunos ejemplos que muestran que todos tenemos que cuidar el conocimiento generado y velar porque nuestros hallazgos permitan mejorar la calidad de vida de la gente.Gracias Roxana Aragón, Ricardo “Chilo” Grau y todo el equipazo que armaron por demostrarnos que la magia existe, que no hay límites para los sueños y que “Desde la Biología Evolutiva a la Ecología del Antropoceno” nuestra ciencia está viva, puede mejorarse, y es indispensable.Nos vemos en la XXX Reunión Argentina de Ecología para festejar los 50 años de nuestra querida Asociación. Decir cuándo y dónde sería hacer futurismo.¡Pero no hay dudas que nos volveremos a encontrar!